La máxima tensión se vivió la semana pasada cuando la Comisión Ejecutiva fue informada por el Secretario de Organización de la decisión de la empresa RMMB de despedir a los trabajadores sin justificación alguna y de forma arbitraria e ilegal.
“Estos muchachos creen que pueden hacer lo que quieran”, dijo Adrián Pérez, secretario general de la UOM, visiblemente enfadado. Sin más explicaciones, Pérez solicitó al secretario de Organización, Ariel Pardey, convocar de manera urgente a los delegados de todas las empresas del tramo y realizar una asamblea extraordinaria en la puerta de la empresa en mención.
En apenas 24 horas, unos 150 trabajadores metalúrgicos con responsabilidad sindical convocaron a la RMMB para “bancar” a los compañeros despedidos y demostrar una vez más aquella frase que llevé a la lista verde a promover; "UOM somos todos".
Desplegar el folclore metalúrgico fue solo cuestión de horas; Tambores, cánticos y banderas sorprendieron a los vecinos de la cuadra, quienes curiosos preguntaron qué pasaba. A las pocas horas llegaron al lugar las máximas figuras sindicales, encabezadas por Pérez, e ingresaron a la empresa; Juan Carlos Zárate, diputado; Manuel Gaspar Rojas, tesorero; Facundo Villa, Secretario Administrativo y Ariel Pardey, Secretario de Organización.
La negociación tomó algunas horas, afuera la tensión comenzó a crecer conforme pasaba el tiempo. La lluvia y las malas condiciones meteorológicas de la jornada no aminoraron las quejas ruidosas.Cerca de las dos de la tarde se abrió el portón de la empresa y el mismo Adrián Pérez explicó a los presentes los resultados de la negociación. “Quiero agradecer a todo el cuerpo de delegados por estar presente para apoyar a los compañeros.
Hemos conseguido que aquellos compañeros que quieren continuidad laboral vuelvan a entrar en la fábrica”, explicó Pérez ante la celebración de los presentes.La gestión gremial no terminó con ese logro, Pérez también informó que instruyó al secretario de organización a seguir trabajando en busca de obtener las recategorizaciones correspondientes y las mejoras en seguridad e higiene necesarias para el normal desarrollo del trabajo.
Ante el aplauso de los presentes, el conflicto llegó a un callejón sin salida hasta la rúbrica del acuerdo que determinaría un compromiso por la "paz social" durante un año. Un acuerdo que finalmente se rubricó ayer y que determinó la recategorización de 7 trabajadores, y el traslado a planta permanente de otros 3.
Además, se logró el compromiso de la empresa de ampliar el área de baños, la colocación de dispensadores de agua, y sumar nuevos compañeros al turno de noche. En la reunión también se entregaron botiquines de primeros auxilios. La empresa también se comprometió a la entrega de ropa acorde a la tarea que realizan los trabajadores. Habiendo acordado lo anterior, se rubricaron dos copias del acuerdo y se dispuso el fin del conflicto.
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